28/6/08

La reseña de Get Smart, o "missed it by this much".


Get Smart (Superagente 86)
Dir: Peter Segal
Steve Carell, Anna Hathaway, Alan Arkin, Dwayne Johnson.
2008



Por alguna extraña razón, Hollywood sigue recurriendo a la idea del remake a pesar de que, una y otra vez, se ha demostrado que el resultado final no suele ser satisfactorio. En este caso, el refrito de una de las mejores comedias de los años sesenta se queda corto a la hora de producir una carcajada que valga la pena. La Get Smart del 2008 no pasa de ser una secuencia de chistes variopintos que oscilan entre lo predecible y lo levemente desagradable.


Si bien esta película no alcanza a estar en el nivel de lo ofensivamente medriocre como la versión remasterizada de la Pantera Rosa protagonizada por el despreciable Steve Martin, la sensación final es que hubiera sido mejor quedarse en la casa buscando videos de la serie original en youtube. Ni las más que comprobadas cualidades humorísticas de Steve Carell ni los buenos ángulos de la bella Anna Hathaway son suficiente para alejar esta película del lote y, por lo menos, hacerla acreedora de un premio de montaña.

En mi opinión, el problema de esta película está en la concepción del guión. Más que una comedia en donde el sentido del absurdo y la descontextualización son ejes centrales, la nueva Get Smart parece haber sido escrita como una típica historia de acción. La estructura se apoya sobre los efectos especiales y sobre comprobar las cualidades del héroe y sus aliados. Los chistes son accesorios prescindibles dentro del desarrollo del guión haciendo que la risa sea un acto secundario. No en vano, los chistes del trailer son de los mejores momentos de la película. Solo por dar un ejemplo, la famosa escena de las puertas de seguridad queda patéticamente desperdiciada con dos o tres amagos de gracejos que no consiguen más que contraer unos pocos músculos de la cara. De hecho, me pareció extraño notar que la personificación de Steve Carell del agente 86 es un hombre con verdaderas capacidades de combate y no un inútil a quien por accidente todo le termina saliendo bien.



Las lecciones sobre cómo hacer reír con tonterías que nos dejaron Mel Brooks, Don Adams y su equipo de escritores parecen condenadas a quedar en el olvido por una generación de humoristas que ven el humor como un stripstease en el que la risa se consigue siendo un poquito más explícito que en la película anterior. La parodia parece estancada en la repetición aburridora de los Simpson del siglo XXI y las mutaciones de Scary Movie. En mejores momentos para la parodia, lo meramente absurdo se mezclaba con la critica y un excelente sentido de lo que los gringos llaman timing para dejar al espectador con dolor abdominal y una sonrisilla existencial más parecida al post-coito que a una noche en el titty twister de la esquina.


Nota mental: A diferencia de otros años, este verano no he estado tan pendiente de los estrenos cinematográficos. Me imagino que en algún momento me tenía que aburrir de tanta estrategia publicitaria. Puedo decir con orgullo que no me he visto Hulk, que voy a esperar a que Kung Fu Panda esté en DVD y voy a dejar la cuarta entrega de Indiana Jones al azar de que me toque en algún vuelo internacional.

Nota social: A pesar de que estamos a una semana del tradicional y explosivo 4 de julio, ayer (viernes) por la noche el cine estaba más solo que una tienda de bufandas en Tatooine. Además de los típicos adolescentes sin ruedas y uno que otro grupo de cincuentones sin plan, en el multiplex espantaban. ¿Será culpa del precio de la gasolina?





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2 comentarios:

TELEFONO4 dijo...

desde lo recursivo pasando por lo precario y la optimizacion de recusros de muchas series de television de los sesenta. puedo decir que ninguno de estos aspirantes a comedintes generacion 2000 le llegan a los cayos a Don Adams, y Mel brooks, pero lo imperdonable de una adapacion del agente 86 es que no aparesca el alma de la serie el señor Eduard Plat el unico e inconfundible JEFE.
me imagino que ni siquiera esta el genial CONO DEL SILENCIO

Pablo Guerra dijo...

El jefe en esta versión lo hace Alan Arkin que es bastante mucho lo que se dice del putas. O sea que en ese frente la cosa no estuvo mal.

Y sí, hubo escena de cono del silencio pero... hace reír pero no es nada del otro mundo. Eso sí, me imagino que el efecto no fue gratis y les debió salir por 70 veces lo que pagaban por esos tubos de plástico de la serie de tv.

Un detalle bacano que vi es que en México contrataron al señor que hacía la voz original (Jorge Arvizu) para la película.

Saludos y nos vemos.