13/3/07

La Reseña de 300 o la Guerra como Deporte.

El comiquero más taquillero de este lado del mundo, Frank Miller, vuelve a las salas de cine con 300, una adaptación del director Zack Snyder de su novela gráfica homónima basada en la historia del rey espartano Leónidas y su defensa de las Termópilas en el siglo V adC. En vista de que la versión cinematográfica de Sin City, otro cómic de Miller, fue una traducción casi literal de las viñetas a la gran pantalla, las expectativas de los fanáticos y del público en general con respecto a esta cinta eran bastante altas. Para estar a la altura, los efectos especiales y la fotografía logran hacer que la imagen sea lo más parecida posible al impreso en una demostración de técnica cinematográfica digna de una superproducción. Desafortunadamente, tanta fidelidad hace que la película también herede todas las carencias argumentales del cómic original y termine convirtiéndose en una simplificación rimbombante, simplista y muy poco crítica de los hechos que retrata. Si bien Miller es visto por muchos como el salvador de la historieta porque le ha devuelto su visibilidad, con películas como 300 demuestra que todavía se pueden hacer pasquines ilustrados con menos densidad que una servilleta de puesto de empanadas.



Entusiasmado, entusiasmado lo que se dice entusiasmado no estaba pero el amigo Mike me convidó a ver 300 y no pude decir que no -vivimos en una ciudad sin muchos sobresaltos y carro dependiente así que no abundan los planes-. Yo por mi parte convidé al joven Mario y agarramos para el cine. En el camino, traté de mentalizarme para quitarme de encima todos los prejuicios que tengo en contra del señor Miller como para no perder la plata de la boleta y para no amargarme el paseo. Me preparé como monje subiendo la montaña para un ayuno total de ideas y para recibir como Alex amarrado a la silla una seguidilla de secuencias y de efectos especiales de fábula. Estaba preparado para ponerle pausa a mis posiciones políticas pasando por encima de mis desencuentros con Miller para disfrutar de un espectáculo de luces alucinante. Pero, no pude.

He aquí la reseña.

La manzana de la discordia.

Nunca entendí muy bien porque 300 se demoró tanto en salir. Llevaban anunciándola desde hace tiempo pero las fechas de estreno cambiaron varias veces sin que hubiera una razón de peso. En ocasiones esto indica que se trata de un bodrio total que los distribuidores quieren evitar a como dé lugar hasta que le encuentran un lugarcito en los meses quietos. Por ejemplo, Gatúbela. Este no es el caso de la cinta de Snyder que tiene todas las características de ser un éxito taquillero porque además de los miles de fanáticos que arrastra el nombre de Miller, tiene un nivel de producción lo suficientemente alto como para barrer con las taquillas de marzo, uno de esos "meses bajos". A pesar de las razones más prácticas, creo que 300, detrás de su aspecto de blockbuster inofensivo, tiene mucho que ver con la actualidad. No en vano aparece cuando la presión sobre Bush por frenar la inminente trifulca con Irán es cada vez más fuerte (la película cuenta un enfrentamiento de Grecia -occidente- contra los ¡Persas!). Además, esta batalla ha sido asociada a la idea de occidente defendiéndose de las amenazas de oriente a pesar de las evidentes "licencias poéticas" que necesita una afirmación como esa.

En su nivel más básico, 300 se trata de una apología de la guerra en la que los únicos personajes que se oponen al enfrentamiento son traidores corruptos pagados por el enemigo (en el Senado para más señas). Además, la palabra "libertad", en su acepción más nacionalista, sectaria y recalcitrante, aparece todo el tiempo como el verdadero motor detrás de la acciones heroicas de Leónidas y sus 300 stripteaseros. Ojo que no estoy criticando la película porque defienda la autodeterminación de los pueblos o de las personas, lo que estoy diciendo es que el guión utiliza en concepto de libertad de los fanáticos de Fox News para hacerlo funcionar en la Grecia antigua sin ninguna vergüenza. Es parecido a lo que pasó en Episodio III cuando Anakin y Kenobi discuten sobre la democracia como si fueran políticos en C-SPAM. En esa medida es tramposo porque transforma la historia y a sus personajes en títeres de la opinión de autor. Todo esto agravado porque la hazaña de los 300 se presenta como una leyenda que se usa para inspirar a los guerreros antes del a batalla.

300 es una típica película de Hollywood de esta época porque el nivel de producción es impecable, está perfectamente armada, se ve increíble en la pantalla pero su contenido es totalmente superficial. De hecho, si sumercé es de los que extraña los años ochentas por sus héroes de acción, este es un momento perfecto para reconciliarse con las palomitas de maiz y volver al cine descerebrado con su ética de blanco y negro. Si, por el contrario, quiere un historia con un mínimo sentido crítico o con personajes interesantes, de malas. De hecho, por momentos, el abuso de la cámara lenta y los acercamientos dramáticos hacen que secuencias enteras parezcan propagandas noventeras de Calvin Klein o de la colonia de turno. El problema es que en este caso, el producto que nos están vendiendo es la guerra como el más grande reto deportivo.

En este punto parece que me estoy dando garra con la reseña y que más que un análisis mínimo es una sarta de insultos. Puede ser cierto, pero primero, la película no da para mucho más y, segundo, hay momentos que pienso que son realmente detestables. Para la muestra un botón: una de las escenas clásicas del cine es ese momento en Apocalypse Now en el que el personaje de Robert Duval dice: "I love the smell of Napalm in the morning" (Me encanta el olor del Napalm en la mañana). En 300 hay algo parecido con la diferencia de que acá no aparece por ningún lado la distancia crítica de lo que se está mostrando y en vez de desayuno, la comida en este caso es una maldita manzana. Después de la batalla, en la que los espartanos se han dado un banquete matando a todos los "Otros" del mundo sin que tenga ningún sentido en el contexto histórico de la historia -una licencia poética que raya en el racismo-, los 300 están matando a los heridos mientras Leónidas le pega un plácido mordisco a una manzana. Se ven las piernas temblando mientras los guerreros exhalan su último suspiro y este señor deglute la fruta y echa chistes idiotas como si fuera el más macho de los machos alfa. Hace mucho tiempo no veía una escena con tanto cinismo.

No me estoy escandalizando por el contenido gráfico de la imagen o algo por el estilo, no se trata de censura. Critico esto porque me parece terrible que en el mundo exista gente que todavía crea que la guerra y que la muerte son cosas deseables en la medida en que uno esté "del lado de los buenos". De hecho, creo que en el caso de la película, con toda su fidelidad, este tema está mucho más presente que en el cómic original. Si bien en la novela gráfica los feos y raros son malos y Leónidas siempre tiene la razón, en la película se siente con más fuerza la agenda militarista y el apoyo a las mil y una de Bush. Me aterra pensar que exista gente tan ilusa que piense que desde que uno tenga buenas intensiones todo se vale. Y me parece todavía más espeluznante que existan películas que lo celebren y se presenten como simple entretenimiento para comer con palomitas.



pd. Sobre la pregunta de si Bush está representado por Xerxes o Leónidas, mi teoría es que en la película, él es Dilios, un hombre que usa y transforma la leyenda de las Termópilas para que se acople a la coyuntura que le conviene (a la guerra de turno). Además, para mí el problema de la cinta es que nunca pone en duda la versión de los hechos de sus protagonistas. La opinión sobre mundo de Leónidas y los suyos es la misma que la de la película entonces es imposible que ellos se transformen y crezcan.

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12 comentarios:

Superman95 dijo...

De cualquier manera, es una de esas cintas que hay que ver. Tuve la oportunidad de leer el comic y hay algo que olvidaste mencionar: de una manera muy sutil Miller rinde homenaje a los heroes griegos, padres en cierto sentido de la narrativa épica de la cual son en cierta forma descendientes los comics de Super Heroes. Y hay claros exponentes de épicas, como la clásica saga de Ultron en los Avengeres de los 70 o el trabajo de Morrison con la JLA en los 90.

Pero a final de cuentas, lo interesante de cada cinta es como se convierte en reflejo de la actualidad del momento y eso se presta para toda clase de análisis. Good job!!!

Pablo Guerra dijo...

De hecho, Miller ha hablado varias veces sobre como la cultura gringa debe intentar crear símbolos y leyendas emulando la tradición griega lo más directamente posible. En unas entrevistas que le leí sobre 300 cuando lo estaba dibujando hace varios años, el hombre habló bastante sobre el tema. A mí esa pretensión no me gusta porque me parece peligrosamente propagandística. Además, parte de la idea de que los griegos solo fueron UN pueblo unificado y de otras ligerezas molestas. A mí los superhéroes corporativos de ahora me parecen más parecidos a La Eneida que a la Ilíada o a la Odisea. Más que un vocero popular son la voz oficial en la mayoría de los casos (pesa mucho quien pone la plata por encima de quien cuenta la historia).

Este tema no se lo inventó Miller ni mucho menos. Ya me hizo acordar de la tesis porque ese tema lo tuve que analizar a fondo para empezar a hacerla. Además de una charla exclusiva sobre el tema que dicté varias veces. Hay un libro de
Richard Reynolds que se llama Superheroes a Modern Mythology. A mí la reflexión me parece interesante pero me preocupa que cuando se habla de estas conexiones sin distancia crítica se pretenda blanquear las intensiones y las implicaciones detrás tanto de los héroes de viñetas como de los cantos épicos.

Yo no sé si existan cómics épicos... Los hay excelentes pero "épico" es una palabra difícil. Como muy específica.

Ojalá llegue pronto a sus 20.000 visitas, chino.

Anónimo dijo...

Olvidaste mencionar mis nalgas! Él estaba hablando de LA PELICULA no del cómic.

Pablo Guerra dijo...

Britney, ¿eres tú? o será el fantasma playboy de Anna que nos quiere decir algo, Jenna desde el quirófano...

ahhh, los anónimos

No le dé tan duro al chino que el es un fanboy consumado y así son ellos. Deje que la gente sea como quiera.

Anónimo dijo...

Sobre el comentario de Leónidas comiendo una manzana mientras los 300 matana los heridos, quien sabe, a veces la realidad supera la ficción:

"Los espartanos eran un pueblo nacido por y para la guerra, practicaban la eugenesia y nada más al nacer, el niño espartano era examinado por una comisión de ancianos en el Pórtico, para determinar si era hermoso y bien formado; de no ser así se le consideraba una boca inútil y una carga para la ciudad. En consecuencia, se le conducía al Apótetas, lugar de abandono, al pie del monte Taigeto, donde se le arrojaba a un barranco, los que pasaban la prueba se les asignaban uno de los 9.000 lotes de tierra disponibles para los ciudadanos y lo confiaban a su familia para que lo criara, siempre con miras a endurecerlo y prepararlo para su futura vida de soldado. En pocas palabras efectuaban una selección natural lo que produjo que el soldado espartano fuese una máquina de matar casi perfecta"

Pablo Guerra dijo...

Fernando,

La realidad siempre supera la ficción, pero la ficción es la única manera de darle sentido a la realidad, o mejor, a la experiencia humana.

Lo que me pone mal de la escena de la manzana no es que no sea fiel a la realidad. Nada en la película lo es porque lo cierto es que nunca sabremos como era la vida en esa época. Lo que no me gusta es lo que representa puesta ante nuestros ojos y sumada al discurso de la defensa de la libertad por encima de todo. Es una expresión de sevicia indolente que me choca terriblemente.

De hecho, en términos de la literatura griega, hacer algo tan reprochable como lo de la manzana es una provocación directa a las leyes de la existencia, a los límites que rigen el mundo. Colinda con un acto de hybris.

Gracias por la visita y que vuelva pronto.

Superman95 dijo...

Muchas gracias por el apelativo de "Fanboy" consumado. Técnicamente soy un "Finster" Colombiano. (A proposito, una magnífica reivindicación de los fans a cargo de Mark Evanier y el inigualable Sergio aragonés que nadie debe dejar pasar).

La cinta llega este viernes a Colombia y tendré la oportunidda de vivir la emoción en pantalla grande, conciente eso si, que se trata ante todo de una fantasía escapista al igual que los Comics. Sin importar que Miller halla sido seducido por la fama y el reconocimiento que ha tenido últimamente y se halla alejado de aquel autor provocador e inventivo que fué antes, hay que gozarse a "300" y disfrutarla, que al fín y al cabo es para eso. Recuerden, "El Ciudadano Kane" es más analizada que disfrutada, y para nada es un mal filme, todo lo contrario. La cocepción de tomas y planos le aportó mucho al comic. Un saludo al Amigo Lucho!!! Y el comentario a lo Britney/ Anna Nicole y Jenna: impagable y soberbio.

Pablo Guerra dijo...

Un saludo, supey.

Creo que en el comentario me faltó mencionar a Laura Acuña como para darle un poco de sabor nacional. Cómics y Divas son un cocktail cheverón. jeje

Anónimo dijo...

Otro que dice que es propaganda. Estás viendo formas en las nubes, nada más. Mira, yo también tengo imaginación: Jerjes es Bush. Su poderosísimo imperio va a invadir un territorio ajeno, Grecia (Irak). Pero las cosas no son tan fáciles: los valientes resistentes (iraquíes) convierten lo que a priori sería una victoria fácil y rápida (invasión de irak) en una campaña interminable (guerra de Irak).

Lo de la manzana. No es cinismo, es pura rutina en el caso de los espartanos. Curtidos en mil batallas, para ellos rematar a los moribundos es como vendarse una herida, no tiene más historia. No se trata de algo trascendente o grave, es simplemente rematar a los que quedan vivos. Por tanto, comerse una manzana no tiene ninguna importancia en esa situación.

Cuando salió Gladiator, también se decía que era propaganda yanqui. Se quedaron en nada al final. Igual pasará aquí.

Pablo Guerra dijo...

A ver José, con el resto del ganado...

¡¡¡¡MMMMUUUUUUUUUU!!!!

Tu teoría sobre Jerjes como Bush e Irak como Grecia es terriblemente ingenua y se cae por su propio peso (300 la van a ver 300 iraquíes, aprox.) Más que ternura da tristeza pero problema de cada uno con lo que quiera creer.

Cualquier acto de abstracción es un nube transformada en otro cosa. Mi lectura está apoyada en argumentos en los que creo y en los que me mantengo.

Pierkey dijo...

Fui a ver 300 este fin de semana y tube la misma sensación, incluso iba a hacer una entrada en mi blog(o voy, aun no se de pronto solo ponga un enlace al tuyo), en fin. La discusión que quiero plantear es que desde mi punto de vista me pareció una peli con un enfoque fascista, ¿por que? porque deja en el aire la cuestion de la escogencia de un pueblo, con ciertas características físicas e intelectuales, como el único elegido, me huele a "destino manifiesto", por ejemplo la escena donde Leónidas descarta al espartano deforme (no recuerdo el nombre) y para rematar el deforme, es decir el que no cumple con el standar, se convierte en traidor. Tambien podriamos enmarcarla en la guerra de occidente contra oriente, guerra donde occidente encarna democracia, libertad y oriente Tirania, esclavitud, inmoralidad (contrasten la corte de Jerjes llena de lujuria, placer, etc y la corte de leonidas con una esposa dedicada totalmente a su esposo, sobria, fiel). Bueno dejo ahi, creo que mas bien si creo la entrada del blog.

Pd: Buen Blog, ando muy nuevo en la blogosfera y he tenido buenos momentos. suerte

Pablo Guerra dijo...

Primero que todo y sin que me sienta así el máximo representante de Colombia en la red o algo por el estilo, bienvenido a la blogosfera.

De acuerdo. El manejo de todos esos parámetros es terriblemente problemático y aparece tanto en la película como en la novela gráfica. Esa oposición entre lo bello, bueno y cierto, y, lo barbárico que apela a los sentidos y a lo "instintivo", es muy fuerte. A mí me aterra como se puede ser tan convenientemente "transparente" en esta agenda de Miller de poner a los gringos a la altura de los griegos, con todo lo problemático que es, incluso, plantear la afirmación. Claramente, toma una imagen de lo griego totalmente facha y ultrarracista; como será que a pesar de la evidencia, en la película los ¡espartanos son hasta homofóbicos! (esta escena en la que Leónidas dice que los atenienses son unos "boylovers").

Estaré visitando su blog para leer su entreda sobre el tema.

Un saludo.