Se entregaron los Oscars y como cosa rara me vi la transmisión casi completa. No lo suelo hacer porque el tradicional especial de la televisión colombiana está marcado por los comentarios idiotas y de relleno de los pobres comunicadores que contratan para acompañar la ceremonia en vivo y en inglés. Lo mismo hacen siempre con los Grammy e incluso con los Emmy. El problema es que entre el dulce encanto de la almohada y los "datos curiosos" de la transmisión, siempre termina ganando lo primero. Ahora, pudimos ver la cosa sin intermediarios.
Durante la primera parte, estaba comiendo en la casa de Mario un dibujante de cómics que por puro azar vive a ¡una cuadra y media de mi casa! Todo muy agradable pero la verdad, estábamos tan contentos hablando de la versión del Eternauta de Alberto Breccia que no le puse mucha atención al programa. Después, nos fuimos a la casa de otros amigos que también está cerca. Con ellos habíamos estado haciendo todas las predicciones del caso entonces teníamos tema para lo que quedaba de la ceremonia. Extrañamente, los cuatro estábamos haciéndole fuerza a Little Miss Sunshine, tal vez porque la fuimos a ver juntos en una función gratis que hicieron antes del estreno. Así que cuando Alan Arkin se ganó su premio, nos empezamos a entusiasmar solo para ver nuestras ilusiones destrozadas por la influencia de Scorsese y su The Departed. Como conclusión tengo esta consuelo que debe ser uno de los más pachucos que hay: "Por lo menos en la película ganadora nombran a Worcester".
Creo que lo que realmente me molestó de la tal ceremonia es el nivel de cheesyness, de charrera en colombiano, de pomposidad y lugares comunes de toda la cosa. Qué tal la señora que se puso a decir que los maestros eran los verdaderos héroes, o Forest Whitaker diciendo que lo importante era "seguir tus sueños", o la pésima canción de Melissa Etheridge que no solo cantó en el show sino que ganó el premio a mejor canción original. Entre estás imágenes y un padre borracho brindando en la fiesta de 15 de si hija no hay grandes diferencias, más allá de la cantidad de billetes. Como habrá sido de horrible que incluso se presentó Celine Dion.
La Academia y sus Oscars es como los institutos de la lengua, siempre están un paso atrás de la realidad. Creo que soy más un hombre de diccionarios de uso al que le importa más ser capaz de expresarse de la manera más efectiva y clara posible. Lo demás, me parece pura prepotencia.
cine, oscars, dibujante, ceremonia, academia, premios, the departed
Durante la primera parte, estaba comiendo en la casa de Mario un dibujante de cómics que por puro azar vive a ¡una cuadra y media de mi casa! Todo muy agradable pero la verdad, estábamos tan contentos hablando de la versión del Eternauta de Alberto Breccia que no le puse mucha atención al programa. Después, nos fuimos a la casa de otros amigos que también está cerca. Con ellos habíamos estado haciendo todas las predicciones del caso entonces teníamos tema para lo que quedaba de la ceremonia. Extrañamente, los cuatro estábamos haciéndole fuerza a Little Miss Sunshine, tal vez porque la fuimos a ver juntos en una función gratis que hicieron antes del estreno. Así que cuando Alan Arkin se ganó su premio, nos empezamos a entusiasmar solo para ver nuestras ilusiones destrozadas por la influencia de Scorsese y su The Departed. Como conclusión tengo esta consuelo que debe ser uno de los más pachucos que hay: "Por lo menos en la película ganadora nombran a Worcester".
Creo que lo que realmente me molestó de la tal ceremonia es el nivel de cheesyness, de charrera en colombiano, de pomposidad y lugares comunes de toda la cosa. Qué tal la señora que se puso a decir que los maestros eran los verdaderos héroes, o Forest Whitaker diciendo que lo importante era "seguir tus sueños", o la pésima canción de Melissa Etheridge que no solo cantó en el show sino que ganó el premio a mejor canción original. Entre estás imágenes y un padre borracho brindando en la fiesta de 15 de si hija no hay grandes diferencias, más allá de la cantidad de billetes. Como habrá sido de horrible que incluso se presentó Celine Dion.
La Academia y sus Oscars es como los institutos de la lengua, siempre están un paso atrás de la realidad. Creo que soy más un hombre de diccionarios de uso al que le importa más ser capaz de expresarse de la manera más efectiva y clara posible. Lo demás, me parece pura prepotencia.
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