8/8/06

The Industry o el manga EMO de una adolescente comiquera

Dentro de las revistas que volvieron a la superficie de mi pequeña colección de historietas worcesterianas gracias a la mudanza, me dio gusto reencontrarme con The Industry de Kiki Jones, una publicación que compré en el Art Festival del MoCCA. A pesar de que yo soy, sin lugar a dudas, la antípoda del público de la revista, decidí darle una oportunidad como por no dejar. Además creo que la autora me recordó tanto a la Kiki de El Drake como a Melissa, una de esas extrañas ñiñas a las que les gustan los cómics. Después de leerla, me dejó una sensación agradable. En lo personal no me interesan las aventuras de un grupo de goth pop rock que debe enfrentarse a la enemistad de otra banda rival. Lo cierto es que me agradó por lo que significa. Esta adolescente no le habría dedicado horas de trabajo a una historieta si los únicos cómics a su alrededor fueran superhéroes, vampiros rodeados de chicas en bikini o adultos aburridos deprimiéndose. Duelale a quien le duela, el bichito secuencial pudo desarrollarse gracias la invasión del manga. La misma que hace que en la sección de Graphic Novels de las principales librerías del país tengan más obras de Clamp que de Geof Johns o, incluso, de Kevin Smith.

Ojalá que los creadores de cómics inspirados por dicha revolución no cometan los mismo errores de otros que tradicionalmente se creen los poseedores de la verdad revelada. Si bien muchos de los freaks occidentales del manga tienden a convertir el estilo de su predilección en una especie de fórmula sagrada que copian hasta el cansancio, la sinceridad creativa de Jones me convenció y me hace pensar que el producto de la invasión japonesa será algo más que los cientos de métodos idiotas de "Como dibujar manga". No le recomiendo The Industry a mis contemporaneos (modelos hasta el 82, 83) porque todo ese cuento del EMO es una clara brecha generacional pero tal vez las hermanas menores lo puedan disfrutar tanto como para animarse a hacer sus propios cómics. Creo que este Blog lo leen puros adultos en proceso de envejecimiento, pero igual lo voy a decir: ¡Chicos, Chicas, no pierdan la plata en la academia de Manga! Suelten ese manual y usen esa plata para comprar historietas porque leyendo es la única forma de aprender a hacer cómics. El estilo vendrá por añadidura.

Las imágenes usadas son de Kiki Jones.

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