7/6/06

¡Páreme-n el cronómetro-n!

Silencio. Ha llegado justo cuando su servidor se dispone a declarar finalizado de manera oficial el proceso de creación del segundo número de Jefe O’Hara. Para hacerlo, el flemático autor, o sea yo, invocaré a los espíritus de la buena suerte y el porvenir profiriendo un complicado ataque fonético de origen desconocido: Liz-to e’poyo.

Bueno ya que me deshice del chiste flojo de la semana y ahora sí, podemos continuar. Si usted ha venido siguiendo las últimas entradas de este espacio sabrá que desde hace unos días vengo con la idea de hacer un cómic escrito y dibujado por mí para llevar a una convención el próximo fin de semana en Nueva York. La buena noticia es que acabo de terminar de ensamblar la última de las revistas que voy a llevar al viaje. La mala es que no podré volver a usar tijeras en varios meses porque tanto recortar me ha dejado con las manos como la cantaleta de Chespirito (“Con estas manos que empuñaron la azada para labrar la tierra hasta verlas sangrar”). Quedó divertido y según mi esposa, que me ayudó todo el tiempo, y mi amigo Marco, los dibujos quedaron hasta parecidos a los verdaderos protagonistas.

Todavía no sé si la usanza de los nativos sea vender estos fanzines hechos en fotocopia, ni si cuando lo hacen el precio pasa de los 25 centavos, pero estoy decidido a no volver a Worcester con ninguna de las copias que llevo. Si todo sale terriblemente mal, las personas del bus de vuelta van a llegar a casa con un regalo extra para la familia.

Ahora sí me voy a comer... digo, a dormir.

Tag:

No hay comentarios.: