1/7/09

La ofensa del mínimo esfuerzo


Ahora que estoy de vuelta en Bogotá me puedo dar el lujo de criticar esas cositas del diario vivir que desde fuera me era más difícil percibir. Michael Jackson tuvo un impacto en mi vida ochentera, el TLC me parece una mala idea, el bajísimo me cae por la pelotas y la elección de Obama me pareció histórica y llena de facetas interesantes. Recientemente, con motivo del instante fotográfico que el innombrable tuvo con Barack en Washington, el caricaturista de El Tiempo, Matador, se mandó este comentario gráfico que me generó el siguiente descontento: seguro estoy pecando de sensible pero ¿todavía estamos dibujando a las personas negras con el recurso requete mandado a recoger del blackface? Para más señas, me refiero a esa tendenciosa tendencia de dibujar (exagerar) los labios de Barack y del metamorfoseado Michael y de cualquier persona negra de color blanco al estilo del maquillaje teatral usado en Estados Unidos antes de que ser racista fuera mal visto.

Y aclaro que no estoy diciendo que el señor dibujante sea un Klansman. De hecho, me imagino que no lo es y que debe ser un buen hijo y un excelente ciudadano. Lo que me molesta es que no puedo creer que una persona cuya profesión depende de la capacidad de los dibujos de comunicar mensajes no caiga en cuenta de que está usando una forma estereotipada y retrógrada de imaginar y visualizar las diferencias raciales (lo que quiera que eso signifique). Me molesta mucho pensar que personas creativas no se puedan ingeniar una mejor manera de caricaturizar la realidad y sus personajes.

Los invito a subirse al bus del futuro y dejar la pendejada de los chistes solapados que se basan en anteponer lo blanco a lo negro como si vivieramos en la hacienda de Scarlett O'Hara: que la negra se llame Nieves, que los labios sean blancos, etc. Sé que el talento gráfico de este país da como para superar el legado de Ebony y Memín.


Me tomé la libertad de incluir la caricatura de Matador para ilustrar la entrada pero pueden verla con más calma en el blog del hombre.

4 comentarios:

d dijo...

es como de no creer. me parece muy peligroso eso de reforzar estereotipos, fijando características físicas (que el tamaño de las caderas, que la forma de los ojos, que el color de la piel, etc.) a categorías raciales. ¡como si la raza fuera algo biológico, natural e intrínseco y no algo deliberado, histórico y abiertamente político! estoy de acuerdo con el amigolucho, no es cuestión de empezar a señalar ni de echarle la culpa a matador, pero ya es hora de reconocer el racismo sistemático e institucional de nuestra sociedad y de dejar de reproducirlo en los medios.

Pablo Guerra dijo...

amén

Superman95 dijo...

Es una discusión similar a la forma en la que han editado algunas caricaturas de finales de los años 30 y 40 por cuestiones imilares. En este caso, lo hecho, hecho está y dichas obras deben preservarse de manera integral. Pero en tiempos actuales, hay muchas mas formas de ilustrar a los afrodescendientes sin caer en esterotipos.

La caricatura política es un verdadero arte, del cual siguen siendo en el rubro en Colombia y en mi opinión, inalcanzables tanto Pepón como Osuna y Caballero. Vladdo tiene sus momentos y gráficamente le lleva una cosiderable distancia a otros coterraneos como el mencionado Matador. Coincido: lo de Obama, partió la historia. Con lo de Jackson, muere una parte de la infancia ochentera entre los que me incluyo. Y en cuanto al presidente, las unicas trilogías buenas son la original de Star Wars y el señor de los anillos. Dos son suficiente, tres son multitud. Gracias.

Pablo Guerra dijo...

Michael están con Elvis. Sea donde sea.
Para mí es como si me hubieran hecho una trilogía de "Too much" con Antonio Banderas y Melanie Griffith