
Dir. Terry McTeigue.
2006.
El pasado sábado, para celebrar el final de mi primer inVierno, hice de tripas corazón, agarre unos Verdes y me fui con mi mujer a Ver V for Vendetta, el primer gran estreno del año en la lista de películas inspiradas en cómics. Me encantó. En serio, me gustó tanto que no me dolió el costo ni de las boletas ni de la confitería. De hecho, si fuera de la generación de mis padres, creo que me hubiera parado a aplaudir al final. ¡Qué peliculón!
Antes de Verla mis expectativas estaban diVididas. Por el lado positiVo, (a) estaba la producción del superpoderoso equipo de Matrix (los hermanos Wachowski y Joel SilVer), (b) la calidad inapelable de la historieta original (Alan Moore y David Lloyd), (c) una seguidilla de reseñas muy elogiosas en internet y (d) una serie de afiches promocionales espectaculares. Pero en mi otro hombro estaba sentada la desconfianza recordándome que la mayoría de cintas de gran presupuesto inspiradas en cómics han sido una payasada, que Natalie Portman se le olVidó actuar en Episodio III, que durante la Guerra contra el Terrorismo no se puede decir nada leVemente inteligente y que a la mente creatiVa, al flemático Alan Moore, le habían enterrado la puñalada trapera en Warner Bros. Sin embargo, después de los primeros quince minutos de proyección todas mis dudas se habían disipado y estaba metido de cabeza en el Londres totalitario y en el drama libertario de sus engendros.

Cuando EVey, interpretada por Natalie Portman, se Ve inVolucrada en los planes del extraño V para destruir el Parlamento inglés, empieza la historia de situaciones enfermizamente sorprendentes y giros inesperados. Bajo lemas como “Los pueblos no deben temer a su gobierno, los gobiernos deberían temer a su pueblo” o “¿De qué sirVe una reVolución sin baile?”, esta película narra un año en la Vida de los habitantes de una sociedad bajo un estado totalitarista. En esta época de ferreos controles migratorios, de colegios masculinos y femeninos, de un cuarto poder con rodilleras, de hipocresía estatal y de un constituyente

La V for Vendetta del cine logra construir un mundo creíble y sólido donde ningún personaje es el Mesías, donde la redención no es un regalo de Dios sino un deber político colectiVo. Como en las Viñetas, los habientes de este Londres futurista son al mismo tiempo Víctimas y Verdugos de su propio fracaso como sociedad; Un fracaso que resuena en la realidad, en el Vaquero dipsómano con W o en el arriero reeleccionista que comienza con U.

Desde donde se le mire, esta no es una cinta de buenos y malos. En esa medida el espíritu de Moore está relatiVamente bien representado. De hecho, es la primera Vez que le hacen justicia al inglés en el celuloide. Si bien, la Versión de From Hell tuVo la participación de Johnny Deep y prometía buenas cosas, el producto final no logró pasar de la anécdota y quedó en el olVido a los pocos meses de su estreno. Por su parte, La Liga Extraordinaria fue todo menos eso y sirVió como un desfile de “qué no hacer en una adaptación cinematográfica”. A pesar de que la producción de V for Vendetta fue lo más fiel posible al Moore impreso, no lo fue con el autor de carne y hueso. Durante la promoción, SilVer aseguró que el autor inglés estaba muy emocionado con el proyecto sin ni siquiera haber hablado con él por más de cinco minutos.

Esta película es el gran recomendado de la temporada: tiene un guión sólido producto de una adaptación que sin ser textual es relativamente fiel, está bien dirigida y no es una copia de Matrix,

No hay comentarios.:
Publicar un comentario