14/7/10

Murió Harvey Pekar

El 12 de julio de 2010, Harvey Pekar falleció en Cleveland, Ohio, ciudad en la que nació hace más de 70 años en 1939. Su partida nos deja un gran vacío a quienes nos consideramos además de guionistas de cómics, lectores cada vez más curiosos de las posibilidades del arte secuencial para dar cuenta de la realidad. En 1976, Pekar lanza el primer número de la revista independiente "American Splendor", una antología de narraciones cortas que retrataban distintas experiencias cotidianas de su vida como empleado en el Archivo de un hospital. Los sucesivos números de dicha publicación fueron construyendo un espejo contundente de la vida de un hombre sub-empleado en medio de la crisis económica y la desindustrialización del final de los años setenta. 
La voz de este hombre se convirtió en una resistencia intelectual y simbólica tanto a la evasión fantástica de la "ficción heroica" como de la invasión de levedad que asociamos con la década de los ochenta. Pekar-autor nos regaló un personaje cínico, inteligente, enfermizo, neurótico, solitario, frustrado, paranoico y brillante. Pocas historietas nos han permitido se testigos del proceso mental de un escritor como las historias publicadas bajo el sello de "American Splendor". Al final de su vida se dedico a utilizar su experiencia como narrador de la intimidad para emprender proyectos que reconstruyen la historia desde la perspectiva de los protagonistas de a pie.

A través de los cómics acompañamos a la familia Pekar en momentos difíciles: en los noventas Harvey junto a su esposa Joyce Brabner y el dibujante Frank Stack, publican "Our Cancer Year", un relato del tratamiento del que fue objeto cuando fue diagnosticado con linfoma No-Hodgkin. También en los noventas publica algunas compilaciones de su trabajo en los setentas junto a Robert Crumb e historias autobiográficas nuevas con Dark Horse. Además, junto a David Collier crea American Splendor: Unsung Hero, una reconstrucción de la vida de su compañero de trabajo Robert McNeill como soldado negro en la guerra de Vietnam.

En 2003, lanza la película "American Splendor" protagonizada por Paul Giamatti. Esto genera un renovado interés por su obra y le permite publicar la novela gráfica The Quitter (junto a Dean Haspiel) en 2005 y una serie regular de comic-books bajo el sello DC Vertigo.  Poco después empieza a colaborar con Paul Buhle en libros como Macedonia, The Beats, Students for a Democratic Society: A Graphic History y la adaptación a cómic del libro de Studs Terkel Working

En 2007 tuve la oportunidad de conversar con Harvey en la ciudad de Providence en el marco del lanzamiento del ibro SDS: A Graphic History. Fue una experiencia reveladora que cambió muchas cosas en la forma como asumo el trabajo creativo y mi posición en el mundo. Oírlo opinar y analizar la historia reciente de su país me confirmó algo que intuía, su obra está construida sobre una lectura política de los acontecimientos y de los personajes. Muchas veces he oído decir que contar la vida cotidiana es facilísimo y que cualquiera lo puede hacer. Si bien es cierto que, gracias al cielo, cualquiera puede hacer cómics, pocos tienen la claridad de Pekar para comprender la situación política de sus personajes (él de primero en la lista) y unirla con sus anécdotas particulares.
Esto es todo por ahora porque el proceso de relectura de la obra de Harvey Pekar apenas comienza. Si alguien se apunta me avisa en los comentarios.

Paz en la tumba de Harvey y un abrazo lejano pero muy sentido a su esposa y su hija.

4 comentarios:

Superman95 dijo...

Una vez oi un comentario que me pareció acertado: cuando mueren los artistas que admirabas, es cuando comienzas a sentirte viejo. No conozco mucho de la obra de Pekar, salvo algunas revistas que he bajado por la red (Dicho material es muy dificil de hallar en Colombia, salvo que encontremos comprados para un riñon).

Académicamente, he podido descubrir muchos aspectos de la vida de Harvey Pekar, cuya obra fué creada (Parafraseando el eslogan de una hoy extinta emisora) para la inmesa minoria. Ojala que con su muerte esta se siga difundiendo y no termine encerrada en aulas, como un simple objeto de estudio.

Pablo Guerra dijo...

Yo creo que si se vuelve un objeto de estudio y lo leen estudiantes jóvenes es algo buenísimo. Me parece que los cómics están encerrados en un ghetto cultural de fanboys y greeks que no le ha permitido convertirse en un espacio cultural diverso y analítico aunque para allá vamos. La relación entre academia y mercado editorial es bastante fluida y es una posibilidad para ganar credibilidad y buenos lectores. Otra cosa es que haya gente que no sepa comunicar sus conocimientos y los haga parecer distantes y ajenos. Eso no es culpa de la academia.

¿Acaso leer un autor y disfrutar de su obra no implica estudiarlas?

d dijo...

me apunto totalmente a leer a pekar.

dertod dijo...

Soy un asiuo participante del club de comic del BLAA, desde hace unos meses, la verdad me siento muy agusto depoder compartir la lectura de un buen comic, de entablar nuevas formas y artes y mundos tan diferentes en cada uno de los asistentes. Desda lal lectura de persepolis, he logrado abrir nuevos mundos dentro de mis estudiantes, la vision critica que he logrado con esta historia es muy gratificante significativa.